martes, 21 de febrero de 2012

"EN UN INSTANTE"

Guardo en mi cajita infinidad de momentos únicos e irrepetibles, cada uno de ellos lo atrapo dentro de ella y no lo dejo escapar, son un incalculable tesoro para mí. Guardo toda la magia de la vida, las formas, los colores... Guardo el frío, el calor, la alegría de vivir, la soledad... Cada uno de ellos vive conmigo y me habla, me grita, me llama, me emociona, me da energía, me deja sin respiración, me engrandece el alma...

Y cuando la abro... ¡Qué bello espectáculo tengo ante mí! ¡Qué sutiles matices! No puedo quedarme indiferente ante tal esplendor. Cada color me embelesa como si contemplara un cuadro pintado al óleo, su luz, sus sombras... El mensaje que transmite es tan intenso que, además de sentirlo, puedo tocarlo, incluso, olerlo... En ella no existen fronteras, ni censura, ni normas, yo elijo y decido con total libertad. Es mi momento, un inmenso entusiasmo se apodera de mí.

Me siento bendecida por poder gozar del sol y la luna de cada día. Por ser espectadora de soberbios amaneceres y atardeceres. Por saber escuchar a la naturaleza que nos persigue y casi ni lo notamos. Por poder pisar las piedras de un camino forjado por el tiempo. Por estremecerme al mirar al cielo cambiante, unas veces dulce y otras amenazante. Por el privilegio de contemplar esa nube que ya nunca volverá a ser igual. Por la magia de esa gota de agua en la que me reflejo. Por descubrir la estilizada sombra de aquel árbol que cambia en cada estación y que envejece conmigo. Por la sonrisa de mi madre, el abrazo de mi padre, el beso del amor de mi vida... Soy una enamorada de todo aquello que veo, de todo aquello que me transmite una sensación singular y que consigue que me erice; una sensación que entra por mis ojos, llega hasta mi mente y se asienta en mi corazón.

He descubierto a través de la fotografía cómo puedo reflejar todo aquello que llevo dentro, todo aquello que quiero expresar. Que cada una de mis imágenes hable por mí, hable de mí, de cómo soy, de cómo siento. Que cada una hable de cómo veo el mundo y lo importante que es para mí cada pequeña cosa. Es mucho más que una diversión, he pasado de ser una mera aficionada a hacer de todo esto parte de mi vida. Cada fotografía es como un milagro y, con ella, curiosamente, puedo parar el tiempo para, una y otra vez, revivirlo.

Me ha enseñado a ser observadora y a esperar en mi escondite o, al descubierto, sin temor. Me ha enseñado a ser paciente y a aguardar serena el momento oportuno. A mirar a mi alrededor con un prisma diferente. Cada fotografía es como un capricho que de repente tienes y ves que puedes conseguirlo o, como una meta que te pones y, al final, con perseverancia y constancia, alcanzas.

Todo es tan sencillo y a la vez tan grande... Algo me llama la atención, mis ojos miran, observan, enfocan, y con la fuerza de mi interior mi dedo pulsa y recoge ese momento eternamente, para más tarde compartir esta instantánea con los demás. Tan solo con un suspiro guardo cosas maravillosas en mi cajita de recuerdos... tan solo en un segundo... en un momento... en un instante...

© Mabel


Publicado en: HISTOREO
Revista Cultural de Libre Pensamiento

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