Como si fuera un milagro, apareces cada día,
Sin llamarte ni nombrarte, acudes raudo a tu cita.
Unas veces estas triste, otras feliz y animado,
Casi nos abrasas vivos, o apenas te notamos.
Todos a tu alrededor, como si te adoraran,
Eres Rey, eres un Dios, una Estrella venerada.
La luna se pone celosa, y te eclipsa descarada.
No nos dejes sin tu brillo, que sin ti no somos nada.
© Mabel.
Publicado en: HISTOREO
Revista Cultural de Libre Pensamiento
http://sites.google.com/site/wwwhistoreo/revista
Revista Cultural de Libre Pensamiento
http://sites.google.com/site/wwwhistoreo/revista
No hay comentarios:
Publicar un comentario