lunes, 1 de octubre de 2012

"LA VUELTA AL MUNDO"


Dar la vuelta al mundo, ese es el sueño de cualquier amante de los viajes.

Ya lo hacían los antiguos mercaderes, aunque no eran viajes de placer, eran para vender sus mercancías.  Sorteaban desiertos, mares, montañas y mil y un peligros que les acechaban por el camino. Tenían sus rutas trazadas, rutas, que aun ahora, se recuerdan. No solo repartieron sus productos por todo el mundo, también sus conocimientos y su cultura.

En la actualidad, los viajes son más cómodos y rápidos y, los destinos tan variados, que se puede recorrer el mundo de punta a punta, tan solo hace falta algo difícil de tener, pero no imposible: Tiempo y dinero.

Viajar por placer, por vacaciones, una pequeña escapada de puente o fin de semana, cualquier momento es bueno para conocer otros lugares y empaparnos de su belleza y de su historia. No importa si es a un gran destino o a un lugar sencillo, lo importante es abrir tu mente, saber contemplar, disfrutar y tener sensibilidad para valorar las pequeñas pero grandes cosas. En cada lugar podemos saciar nuestra sed de aventura y dar rienda suelta a nuestra pasión por viajar.

Romper con la rutina, conocer otros idiomas, impregnarnos de nuevos olores, colores, sonidos... De su aire, su sabor... Podemos pasar del mágico mar al enigmático desierto, del sofocante sol a la frigidez del hielo, de la aventurera montaña a la placidez del campo, de los colores del otoño al austero estío. Descubrir la esencia de un lugar y su historia única en el mundo. Su arte, monumentos, iglesias, monasterios, museos, parques...

Unas veces buscaremos un escondite donde hablarle a nuestro corazón, otras un lugar para la pereza donde reencontrarnos con nosotros mismos y enriquecer nuestra alma, y otras veces buscaremos el bullicio, la fiesta, la gente, el ruido...



Los viajes invitan al descubrimiento de paisajes, de personas, de costumbre o de su gastronomía. De aprender a manos llenas y de vivir experiencias que luego puedes transmitir. De ampliar horizontes y vivir mil aventuras. A través de un viaje podemos valorar quienes somos y cómo vivimos, de lo que carecemos o de lo privilegiados que somos.



Cada uno de nuestros viajes estimula nuestra vida, renueva nuestro ánimo y nos coloca una gran sonrisa. Viajar es un verdadero deleite y la mayoría de las veces decimos que ojalá no se acabara nunca, pero al llegar a nuestro hogar nuestra frase más popular seguro que es: “¡QUÉ BIEN SE ESTÁ EN CASA!”.

© Mabel

Publicado en: HISTOREO
Revista Cultural de Libre Pensamiento
http://sites.google.com/site/wwwhistoreo/revista
 

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